José Manuel Felices, médico: "Nunca bebas cerveza ni refrescos para quitarte la sed; retrasan la hidratación que necesitas"

Beber una cerveza bien fría o un refresco con hielo parece, a primera vista, la solución perfecta para calmar la sed en un día de calor. Sin embargo, según el médico José Manuel Felices, esta elección puede ser un error si lo que realmente buscamos es hidratarnos. En un vídeo que ha compartido en sus redes sociales, el especialista ha advertido de que estas bebidas, lejos de ayudar, pueden retrasar el proceso de hidratación del organismo.

Felices explica que el principal problema de la cerveza radica en su contenido de alcohol. “El alcohol inhibe la producción de la hormona antidiurética”, una sustancia encargada de regular la cantidad de agua que eliminamos por la orina. Cuando esta hormona se ve afectada, el riñón recibe la orden de expulsar líquidos en lugar de retenerlos, lo que provoca esas “ganas inaguantables de orinar” que muchos han experimentado tras un par de cañas.

Esto implica que el cuerpo no solo pierde la bebida consumida, sino que puede llegar a expulsar más líquido del que ha ingerido. El resultado: deshidratación y una falsa sensación de alivio. “Por muy fría que esté, la cerveza puede resultar contraproducente”, advierte el médico, subrayando que la temperatura no compensa los efectos negativos del alcohol sobre la hidratación.

El especialista también pone el foco en los refrescos, y no únicamente en los que contienen alcohol. Según explica, incluso aquellos que son bajos en calorías o directamente “sin calorías” pueden tener efectos adversos. El motivo está en las sustancias que contienen, que ralentizan la absorción de líquidos en el estómago y, por tanto, retrasan el momento en que el organismo se hidrata.

A esto se suma un factor adicional: la cafeína. “Si llevan cafeína, vamos a perder agua”, advierte Felices. Este estimulante actúa como diurético, incrementando la producción de orina y, en consecuencia, favoreciendo la pérdida de líquidos. En otras palabras, tomarse un refresco con cafeína cuando uno tiene sed es como intentar apagar un incendio con gasolina: no solo no ayuda, sino que puede empeorar la situación.

El médico no demoniza estos productos, pero sí recomienda consumirlos con pleno conocimiento de sus efectos. “Hay otros motivos que te pueden llevar a decidir disfrutar de un refresco o de una cerveza, pero decide con información fiable”, señala. La clave está en no confundir placer con hidratación: una cosa es disfrutar del sabor o del momento social, y otra muy distinta es pensar que estas bebidas cumplen la misma función que el agua.

Felices apunta que, cuando el objetivo es reponer líquidos, hay un ganador indiscutible: el agua. No contiene azúcares añadidos, alcohol ni estimulantes que alteren el equilibrio hídrico, y su absorción es rápida y eficaz. Además, beber agua regularmente a lo largo del día ayuda a prevenir la deshidratación antes de que aparezca la sensación de sed.

Una de las razones por las que mucha gente recurre a la cerveza o a los refrescos en días calurosos es la sensación inmediata de frescor. El gas, el hielo o la temperatura de la bebida generan un alivio instantáneo en la boca y la garganta, pero este efecto es puramente momentáneo. El problema es que, pasados unos minutos, el cuerpo puede encontrarse con menos líquido disponible que antes de beberla.

Por eso, aunque estos productos puedan tener cabida en una dieta equilibrada y en momentos de ocio, los expertos insisten en que no deben sustituir al agua como fuente principal de hidratación. Incluso en situaciones de ejercicio físico, tras pasar tiempo al sol o después de una comida copiosa, el agua sigue siendo la opción más segura y eficaz para reponer líquidos.